Ya en una ocasión me he referido a este tema de los llamados frikis y me quedé bien a gusto. Dejé mi opinión en las tripas de Internet y dejé que el flujo de bits la arrastrara para después guardar mi katana y volver mi espalda a la cámara, mientras caminaba hacia el atardecer.
Pero héme aquí de nuevo implicado en mi lucha por demostrar que no se pueden utilizar las aficiones de los demás como arma, pues todos las tenemos y a todos armas proporcionamos. Pincha en leer más, ¡leñe!
El fútbol es esa afición de muchos que se ha convertido en un circo, pero que partió del sano principio de hacer deporte y competir. Durante un tiempo esto seguramente fue bueno, pero los intermediarios y los muertos-de-hambre-que-venden-a-su-madre-por-1-euro han conseguido ensalzar cualquier mínimo detalle que tenga que ver siquiera con el nombre de un jugador, una frase dicha por un entrenador o la novia de aquél y la ropa de éste. En las noticias de ciertos canales hay dedicado un tiempo no menor de 15 minutos a hablar sobre cosas relacionadas con el fútbol, no hablar DE fútbol ni mostrar resultados simple y llanamente. Las páginas web de los diarios deportivos (léase diarios de fútbol con suplemento de algo más) están repletas de contenido que nada tiene que ver con este maltratado deporte, y cuando se celebran partidos los chats de dichas páginas se colapsan entre insultos y piques varios.
Los sitios de apuestas por Internet se ponen las botas por la facilidad con que pueden ser usadas e incluso permiten apostar a un solo partido.
Las emisoras de radio se tiran los trastos vendiéndose y comprándose locutores que arrastran millones de oyentes paralizando al país los fines de semana y más concretamente el Domingo.
Los canales de televisión de pago hacen ahora su Agosto particular con el fútbol porque muchos partidos han dejado de considerarse de interés general, consiguiendo que toda esta masa de gente aficionada al fútbol o algo parecido se gasten el dinero, evitando que la familia vea la tele en el salón.
Las redes sociales se llenan de comentarios sobre entradas, goles, faltas, penaltis y demás argot deportivo.
Al día siguiente de toda esta vorágine de datos, nombres, equipos, palabras y algo de deporte, es decir, el lunes, no es raro ver a multitud de personas enredando con su móvil para saber qué equipo gano este o aquel partido, mirando tablas de clasificación y calculando el posible puesto de su equipo si ganan el siguiente partido, o viendo las ruedas de prensa de los entrenadores y jugadores estrella.
Ah, estos frikis.
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2 comentarios:
Y si a mí me gusta lo que tradicionalmente atribuyen a un friki, y además el fútbol....¡¡que clase de monstruo soy yo!!
Pues eres un friki. El problema se da cuando alguien usa esa palabra como insulto, sin darse cuenta de que no sabe lo que significa, y que además es friki sin saberlo.
P.D.: Me he dado cuenta de que he escrito un post con dos pelotas...cosas de la conexión ultra-lenta del hotel.
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