Puede que hayáis visto millones de películas más que yo, eso lo asumo. Y asumo que muchas personas entienden mil veces más de cine, ritmo narrativo, guión elaborado, etc. Lo que no puedo asumir es que entre la gente que trabaja en la industria del cine haya tales cabezaburros que no ven lo que hacen. Desde hace tiempo me he vuelto muy señorito con las películas que pongo en casa. También es verdad, las circunstancias acompañan: con el niño tan pequeño hay menos oportunidad y tiempo que antes. Por tanto cuando elijo una película para ver en el salón intento que haga honor a su género, que sea divertida si es comedia. Y no, no me refiero a las películas de Adam Sandler, esas no llegan a divertidas.
De manera que un día decido ver una comedia que supuestamente es divertida y nos lanzamos a ello, la comida en la mesa, todo preparado, me hago una idea de por dónde van los tiros del guión: “creo que es previsible, porque los actores principales son jóvenes y conocidos, así que cliché total...pero puede que haya diversión porque vi el trailer y parecía que había de dónde tirar. Por supuesto que la película será un escaparate para el lucimiento de Katherine Heigl y Ashton Kutcher, pero bueno, a veces se lleva uno sorpresas.”
Sí, amigos, os hablo de la nefasta “Killers”. En fin, tuvimos a bien empezar a verla y ya nos sonaban raras algunas situaciones y la actitud del personaje femenino cuando aparece el masculino para terminar de jorobarlo todo. En menos de nada estaban los dos casi sin ropa y la película había perdido el norte, si es que lo tuvo alguna vez.
En realidad no puedo asegurar que la película sea verdaderamente nefasta porque como he indicado antes, me he vuelto más selectivo. ¿Esto qué significa? Que mi dedo es rápido, señoras y señores, que ni la velocidad de la luz, ni la Velocidad Absurda1 pueden compararse a mi habilidad con el botón de STOP.
Suerte la nuestra, que tenía a mano otra película en la recámara, recurso que por otro lado me ha sido concedido por la experiencia en encontrarme bodrios. La película a la que me refiero no ha sido muy alabada por la crítica, que la tilda de floja y desaprovechada. A nosotros nos supo a gloria después de 25 minutos de suplicio. Ahora me refiero a The Sanctum, aquí conocida por El Santuario, una película de aventuras submarinas producida por James Cameron y que cuenta con detalles muy a lo Abyss, como la claustrofobia y la tecnología.
Bueno, espero que esto os sirva de referencia a la hora de elegir películas, porque ahora que lo tenemos verdaderamente fácil no significa que nos traguemos todo lo que escupe o defeca Hollywood, sino que tenemos una gran oportunidad para educarlos a base de palo en la espalda criterio.
Foto:
- http://www.eslaultima.com/sony-defiende-las-3d-ante-los-dolores-de-cabeza-y-de-ojos-de-los-usuarios/
1 : Expresión utilizada en SpaceBalls, aquí conocida por La loca historia de las galaxias
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