Qué bien me parece que por fin las compañías de sector tecnológico enfocadas a contenidos se estén centrando en servicios centralizados desde “la nube”. Ahora no tendré que romperme la cabeza eligiendo qué canciones me llevo en el ipod porque las tendré en la nube. No me importará no haber sincronizado con el ordenador los contactos nuevos porque mi agenda está en la nube. Las fotos que haga, las aplicaciones que compre, incluso las actualizaciones de dispositivos móviles estarán en la nube. Y...¿qué es eso de la nube, si se puede saber?
La nube es algo intangible, etéreo, que nos han colado a los transeúntes con la excusa del acceso a contenidos al margen del lugar en que nos encontremos y sin depender de un ordenador, a la vez que sincroniza nuestros dispositivos mientras compramos, y por tanto pasaremos menos tiempo poniéndonos al día y seremos más felices porque todo será inalámbrico.
Cuando las cosas nos las pintan así soy de los que de manera forzosa y pesimista se pregunta por dónde nos la están
metiendo, y si están claras las ventajas, más claros están los inconvenientes. Es verdad, el ordenador dejará de ser el centro neurálgico de la vida digital, cosa en que la habíamos convertido al hacer depender de él todo cacharro dirigido al ocio digital. Ahora será más fácil, nos han “independizado”...seguro...¿seguro? Hay veces que me pregunto si es el destino o casualidad, pero cada vez veo todo más y más parecido al mundo que describía cierto libro en que cada persona tenía en su casa un monitor y una cámara en cada habitación, para ser vigilado por el gobierno, el cual estaba liderado por un ser al que llamaban Gran Hermano. La influencia de éste sobre las vidas de sus semejantes era tal que cualquier conducta “políticamente incorrecta” (a describir por el gobierno en cuestión) era censurada de diversas maneras. La intimidad no existía.
Después del boom de las redes sociales, alguna de las cuales es opuesta al principio de gestionar nuestro propio perfil y privacidad, y de que éstas existan en los móviles para que no nos quedemos sin compartir nuestro pensamiento más sublime desde la taza del WC, ahora tendremos todo nuestro contenido en la nube, y si ya es fácil que nos lean el contenido de nuestro programa gestor de música o la agenda de contactos, ahora los tendrán en sus propios servidores.
A más libertad digital, más supresión de los derechos, pero vamos, que con no usarlos tenemos bastante. Que se creen ellos que no podemos vivir sin esta tecnología...¿o sí?
Enlaces:
-1984, de G.Orwell
Fuente de la foto: www.apple.com/es/
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