Cine :: Películas de efecto laxante

   Si alguna vez os ha gustado una película es porque os ha causado algún tipo de impresión. Da lo mismo que la impresión sea agitada, humorística o intrigante. Y por supuesto está la impresión que hace encogerse y acurrucarse en el sillón. Esa que tiñe de azul el entrecejo de los personajes de manga y anime. 

   Las películas de terror o de miedo no están bien definidas hoy en día, de manera que cualquier película con el formato Scream puede denominarse de terror. ¿Terror? ¿De verdad hay alguien que se aterroriza con estas películas? Ni siquiera con la propia Scream. Claro, luego están las antiguas, esas que poca gente quiere ver hoy día por considerarlas obsoletas o anacrónicas, pero nada más lejos. He tenido la suerte de ver verdaderas joyas del cine de terror y del cine de miedo, y los diferencio porque no son lo mismo. Veréis. Seguid leyendo.

   -Las películas de terror suelen tratar de un mal que acecha y que acaba desatándose, sembrando asimismo el terror entre las víctimas, y por ende al público. Dependiendo del tema pueden estar más o menos conseguidas en cuanto al mal acechante, que puede ser de índole humana (p.e. un asesino), artificial (una máquina o artefacto), del exterior (una amenaza extraterrestre), sobrenatural (zombies, demonios, seres diversos, virus, mutaciones extrañas, etc.), etc. Un buen número de estas películas nos cuenta cómo aparece el problema, se desarrolla, aterroriza, se plantean soluciones y se llevan a cabo, con resultados variopintos. Pongamos algunos ejemplos de este tipo de película de terror:  

• La masa devoradora (The Blob, 1958): 

   Un pequeño meteoro cae en la superficie del planeta, cerca de un pueblo. Un campesino se acerca a explorar la zona y toca lo que parece una especie de piedra, que se rompe y deja al descubierto una mucosa con vida propia que pretende alimentarse de seres humanos, haciéndose cada vez más grande y aterrorizando al pueblo.

• Alien, el Octavo Pasajero (Alien, 1979):

   Una nave de carga, la Nostromo, vuelve a la Tierra después de un largo período en el espacio. En teoría sus ocupantes deben salir de la criostasis cuando finalice el viaje. Sin embargo son despertados por la computadora varios meses antes de llegar a causa de una señal de alarma proveniente de un planeta cercano a la ruta de la nave. Bajan a la superficie del planeta a investigar la señal y encuentran el esqueleto de una criatura enorme de la que emana la señal, y unos extraños huevos. Al acercarse a uno de estos, uno de los protagonistas es atacado por un ser desconocido.

• La Niebla (The Mist, 2007):

   Es un día cualquiera en el pueblecito en el que viven tranquilamente los protagonistas, de los cuales conocemos a varios sin darle excesiva importancia a ninguno en particular, hasta el momento en que coinciden varias personas en el supermercado. Una extraña niebla empieza a cubrir el pueblo y extrañas criaturas salen de ella para atacar a los seres humanos, que tienen que refugiarse en el supermercado. Es una de esas películas que incluiría también en la categoría de miedo psicológico debido al énfasis que hace en la manera en que cada personaje lo experimenta. Genial.

• 13 Fantasmas (13 Ghosts, 2001):

   La familia protagonista sufre una tragedia, explicada en una interesante secuencia de inicio. La madre muere en un incendio y al resto le ofrecen vivir en la mansión de un tío de la familia, un huraño y antipático ser llamado Cyrus Kriticos. Al parecer la mansión es un mecanismo en sí, que hace las veces de prisión para unos fantasmas de seres sanguinarios en vida. Esta película tiene un gran contraste para mí por las siguientes razones: empieza bien y prometiendo buenos momentos, luego lo estropea todo con un guión pésimo y un par de personajes totalmente sobrantes que destrozan el atractivo ambiente creado. Para colmo, tiene una secuencia de unos pocos minutos totalmente demoledora en salas de cine, donde el público pasa verdadero terror mientras los protagonistas huyen de los fantasmas. Esta secuencia hace que valga la pena verla.

   

En otras tantas no se nos cuenta el origen del mal, sino que lo vemos actuar directamente y poco a poco se nos va desgranando la historia. Ejemplos de este tipo de película:

• Scream, vigila quién llama (Scream, 1996), :

   Unos adolescentes son atacados por un misterioso asesino vestido con túnica, capucha y una máscara horripilante. 

• Demonios (Demons, 1985):

   Una especie de infección por contacto convierte a los seres humanos en una suerte de zombies demoníacos. En la película los protagonistas están encerrados y van siendo convertidos, quedando cada vez menos. 

• 28 Días después (28 Days Later, 2002):

   Un paciente de hospital se despierta totalmente solo, para descubrir que no hay nadie por las calles y que una infestación ha diezmado a la población del Reino Unido, convirtiendo a la población en frenéticos zombies que infectan fácilmente a los humanos que quedan.

• Horizonte Final (Even Horizon, 1997):

   La nave Even Horizon es la primera que equipa un motor diseñado con una tecnología capaz de viajar enormes distancias en muy poco tiempo haciendo uso de un extraño principio físico. Ha vuelto de su viaje totalmente vacía. Los protagonistas realizan una misión de rescate en la que descubren ciertos hechos que revelan la relación entre el motor equipado y el destino que sufrió la tripulación.

• La Cosa (The Thing, 1982)

   Otro clásico del terror. Y quiero decir terror, aunque con una dosis genial de miedo psicológico. Un ente extraterrestre que puede adoptar la forma de sus víctimas siembra el caos en una base científica en la Antártida.

Por supuesto, en algunas de estas películas abundan los sustos, ese recurso artificioso que consigue incrustarnos en el techo de un bote aunque la película en sí no sea gran cosa. Este recurso se puso de moda desgraciadamente, llegando a un nuevo nivel en el thriller de terror Lo que la verdad esconde, donde el volumen del sonido en los sustos era elevado de manera indecente para acabar con nuestro miocardio. 

La semana que viene continuaré, pero el tema será el miedo psicológico. Si os ha gustado, volved y seguid leyendo.

   Foto:

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