Películas :: Magia

   

Cuando era pequeño existía un momento en el que me quedaba boquiabierto delante del televisor, era la hora de los dibujos animados de Disney. Todos los miércoles a las 20:30, actualmente hora inusual donde las haya para este tipo de emisión, TVE nos regalaba con media hora de animación tradicional Disney. Y en la variedad estaba el gusto, tanto daba que un día salieran Goofy, como Mickey y Pluto o mi favorito, el pato Donald. A veces las historias no incluían a ninguno de estos míticos personajes, sino que contaban un cuento con música mientras algunos de los planos más bellos que he podido disfrutar se dibujaban en la pantalla (ya en color) de mi televisor. Desde la óptica de un adulto de la época, era bonito. Desde la mía era magia. Seguid leyendo.

   Años después, cuando ya no emitían este programa y yo era menos pequeño surgió el rumor de que los estudios Disney volvían a producir películas de animación, así que con 15 años cumplidos pude disfrutar de La Sirenita como la mejor película de animación que había visto. Ya conocemos el resto de la historia y cómo aquella generación que en su día maravilló al mundo con Blancanieves, Cenicienta, Dumbo, Pinocho o El libro de la Jungla había dejado paso a otra en que comenzaban a aparecer las animaciones por computadora, pero sin desmerecer a la mejor animación tradicional, y algunas de las mejores (vellos de punta en este momento) obras maestras de la historia del cine vieron la luz. 

   Después de La Sirenita, La Bella y la Bestia dejó a la sirena en escamas desnudas con unas líneas más estilizadas, un estilo más recargado pero más bello y porqué no: una sublime animación por computadora siempre al servicio de la historia que engrandecía entornos y movimientos, todo ello mezclado con algunas de las mejores bandas sonoras que ha dado el cine, muchas de ellas fruto de la mente de un genio, Alan Menken. 

   Luego llegó Aladdin y su fenomenal Robin Williams como el Genio (aquí le dio vida un excelente Josema Yuste), con una banda sonora también excepcional. Y llegamos a lo que yo creo el Olimpo de las películas de animación, porque la siguiente fue El Rey León, una gran historia, contada de manera magistral y cuya música estaba compuesta por el mismísimo Elton John y Tim Rice. 

   No es que no me gusten las películas que siguieron, pero exceptuando una, el resto bajó un poco el altísimo listón que las anteriores habían dejado. No obstante, Pocahontas, Hércules y Atlantis eran buenas obras de animación, pero El Jorobado de Notre Dame es, de las películas musicales la más oscura, la más madura y creo que la mejor ejecutada técnicamente, aparte de tener una banda sonora que no puedo describir por su gravedad al escuchar esas campanas... 

  Lo dicho, que los estudios Disney siguieron siendo una fábrica de magia por varios años más, aunque un poco venida a menos. Al parecer el arte no se crea ni se destruye, porque forma parte de ciertos seres humanos, y cuando parecía que aquella la comenzaba a apagarse en los genios de Disney, apareció una película que revolucionó el género de la animación, pero esta vez completamente por computadora y además estaba producida y distribuida por el enorme brazo comercial de la Disney. Un pequeño estudio de animación 3D llamado Pixar había conseguido sacar adelante su proyecto, y así nació Toy Story. El resto, como todos sabéis, es Arte y es Historia. 


   Y os dejo con la mejor secuencia EVER:

Foto:

• http://cine.dodepecho.com/2008/09/18/wall-e/