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martes, 24 de noviembre de 2015

:: Independentistas + Gobiernos + Yihadistas VS ciudadanos de a pie ::



  Tenemos el privilegio o la oportunidad de vivir tiempos interesantes. Ha habido generaciones que se han jubilado trabajando en la empresa de la que entraron a formar parte décadas atrás. Personas que no han conocido más gobiernos que la dictadura. Pobres transeúntes que no han conocido más que la misma continua y monótona existencia…un momento, esto quiere decir que hay épocas más o menos tranquilas, o bien que hay personas que deciden actuar más que observar, y valorar la etapa en la que viven.

   Soy más de pensar lo segundo. En todas las épocas ha habido cambios, pero existen personas que no pueden, o no quieren asumirlos. ¿Viejos? Puede. ¿Anquilosados? También. ¿Es imposible para personas de cierta edad y experiencia vital asumir cambios en la sociedad? 

   -No.

   Mientras que ha habido conflictos a nivel internacional, ha habido gente que ha seguido comprando el pan todos los días. Mientras
 se sucedían diferentes partidos en los gobiernos, la tienda de ultramarinos del barrio y los grandes almacenes han seguido vendiendo al público. Mientras el paradigma político ha evolucionado los árboles han seguido creciendo…si nos detenemos, morimos de cierta manera. De un tiempo a esta parte estamos viviendo más cambios que de costumbre, o esa es mi impresión (pero claro, depende de la información que leo, veo u oigo, es una apreciación totalmente subjetiva). La política está cambiando en España, se prevé otro conflicto armado internacional derivado en primer lugar de un tipo de terrorismo casi nuevo, y en último lugar de otros conflictos anteriores y de un mal entendimiento de las religiones.
   Yo sigo comprando el pan…de momento.


   En Cataluña, por ejemplo, parece que hay diferencias de opinión entre los gobernantes de la Autonomía y el Gobierno Central. Unos dicen querer ser independientes desde el atril que los otros les han facilitado, y los otros afirman ser los jefes de los unos…cuando en realidad se comportan de la misma manera: el pueblo los ha puesto y todos juntos lo desoyen. Pero el orden no debe perderse, todos están cobrando todavía. 
   No me preocupa demasiado si consiguen ser independientes, no pueden fracturar la Península y ponerle motores a la Autonomía para llevársela. Nos necesitamos. Lo que sí me preocupa es que mientras unos están porfiando con los otros, llegará un momento decisivo en que se tenga que resolver, y los ciudadanos de ambos bandos que viven Cataluña…¿podrán comprar el pan?¿Les obligarán a meterse en sus casas?¿Habrá algo tipo de problema porque Jordi, Jaume, Anna o Llol salgan a la calle? Yo espero que no, porque ellos somos nosotros.

   “Nosotros” también son los ciudadanos de Francia, de Bruselas, o de Estados Unidos. Incluso aunque ellos mismos no lo sepan. Somos aquellos en los que los gobiernos se apoyan para llenar sus arcas, soportar los sueldos de los Diputados, los Senadores, etc. Y también somos aquellos que pagamos los rescates bancarios, pero que no recuperamos lo invertido. No fui consciente de esto hasta el atentado de las Torres Gemelas, pero más vale tarde. Lo único que puedo decir a mi favor es que creo que todas las personas de los países que yo diga somos el mismo tipo de ser humano, y que esencialmente queremos vivir tranquilos. Sin que nadie nos mate ni cosas por el estilo. A estos los considero hermanos. 

   Hay una mutación no aleatoria de esta raza llamada radicales. Gente débil de espíritu que se deja llevar por una idea que no es suya, implantada con habilidad por lo que yo denomino “un listo”. Me niego a creer que el listo tenga razón, pero no puedo negar que crea tenerla. Así las cosas, y como en cualquier secta, el listo aprovecha las debilidades y refuerza los prejuicios de estos hermanos que se ven unidos en la fé que profesan. Como todos sabemos las personas que pertenecen a un grupo se refuerzan entre ellas en su ideario, sino lo sabéis, observad en las noticias al público enloquecido de un partido de futbol o un concierto. Mucho de lo que dicen o hacen no es parte de su vida diaria. Pero lo piensan.

   Hay ocasiones en las que mirando un poco al futuro veo lo que pasaría si desconfío por defecto de mi vecino, o del de la tienda china, o árabe…y es muy poco lo que hace falta para que esas personas te vean con desconfianza o prejuicio. No soy partidario del denominado “buenismo”, pero sí de tener fé en las personas que van a comprar el pan todos los días. 

   El pan, o el cus-cus.


Ahora bien.


   Hay una película que me encanta, se llama “Algunos hombre buenos”. En ella, el personaje interpretado por Jack Nicholson, un comandante del cuerpo de Marines, afirma:

   -“Se amable…y lleva una división acorazada”

   La paz es muy bonita. Pero cuando no puedes dialogar ni negociar hay que hablar otro lenguaje. Ese lenguaje tiene para nosotros el objetivo de preservar el orden y la paz en nuestra casa. Lo siento por aquellos que sólo aportan flores, canciones y gatitos a la situación actual. No nos engañemos, como personas tenemos el derecho y el deber de aportar flores, canciones y gatitos, eso preserva nuestra sociedad (…), pero también hay que apoyar a los que están todo el año preparándose para lo contrario. Después de dejar a sus hijos en el colegio, van a trabajar, y lo hacen vestidos con ropa militar, y se preparan como si mañana hubiera una guerra a la que ir, o una guerra en nuestro barrio. Y nosotros volvemos casi siempre de nuestro trabajo a casa, pero ellos no siempre, para que tú puedas seguir yendo al tuyo. Defendamos la paz, pero mostremos un poco de jodido respeto.



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