Los ingredientes para 50/70 rosquillas:
- 1 kg. de harina de repostería.
- 5 huevos.
- 250 ml de aceite de oliva suave.
- 1 vaso de los de agua de azúcar.
- Un puñado generoso de anís verde (matalauva)
- 2 sobres de levadura.
- La cáscara de un limón.
- Azúcar y canela.
Los pasos para la elaboración serían:
A mí me gusta tomarlas con leche calentita, mojándolas. Al final, te bebes la leche que con la azúcar y la canela está riquísima.
- Vertemos los 250ml de aceite en una sartén con el puñado de anís verde y la cáscara del limón (la cáscara se utiliza para quitarle la acidez al aceite), se pone al fuego y cuando se calienta un poco se aparta, se retira la cáscara del limón y se deja enfriar.
- Mientras se enfría batimos bien los huevos y le añadimos el azúcar.
- Cuando el aceite que reservamos este frio lo incorporamos también una vez hayamos colado bien los granitos de anís. Batimos todo bien.
- A continuación mezclamos parte de la harina con los sobres de la levadura y lo incorporamos.
- Mezclamos todo bien y vamos incorporando harina hasta que la masa la admita. Os recomiendo una vez que vaya cogiendo cuerpo ponerla encima de la encimera con un poco de harina por debajo para que no se os pegue e ir trabajándola y añadiéndole toda la harina que admita la masa. Os daréis cuenta de cuando esta lista la masa porque ya no absorbe más harina.
- Le ponemos un paño de cocina por encima y la dejamos reposar al menos 2 horas.
- Una vez finalizado el reposo vamos cogiendo pellizcos de masa según lo grande que querais hacer las rosquillas teniendo en cuenta que después cuando la friamos engordaran. Las haceis un churrito y la cerraís bien para que no se abran mientras se frien.
- Una vez tengamos hechas todas las rosquillas cogemos una sartén honda, (esto es muy importante) nosotros usamos un Wok. Le echamos bastante aceite y que se caliente bien. Vamos echando poco a poco las rosquillas. Hay que tener cuidado con la temperatura del aceite para que se hagan bien por dentro y no se quemen por fuera. Cuando las vayais sacando las ponemos sobre papel de cocina para que escurran el aceite.
- Cuando están todas fritas, calentamos un poco de agua hasta que este tibia y aparte mezclamos en un plato azúcar con canela. Mojamos ligeramente la rosquilla en el agua tibia y después por la mezcla de azúcar y canela. Las metemos en un tupper y dejamos que se sequen.
A mí me gusta tomarlas con leche calentita, mojándolas. Al final, te bebes la leche que con la azúcar y la canela está riquísima.
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