A muchos nos llega el momento en que después de una travesía, sabiendo a qué nos dirigimos (o no), encontramos el remanso de tranquilidad que nos convierte en seres de rutina. El ser humano, al igual que ese paraguas olvidado en el coche, muestra los síntomas de la inercia, la cual nos lleva siempre a conservar el estado actual, y todo cambio requiere de nosotros una adaptación.
- Que después de un tiempo aprendiendo a manejar diversas herramientas ya sean de hardware o software, han llegado a esa estabilidad a la que yo hacía mención al principio, razón por la cual el grado de tranquilidad y confianza les permite que prácticamente teniendo los contenidos, el podcast se haga casi solo. Dejo el “casi” a los imprevistos técnicos y de logística.
- Que:
- Cuando la calidad de los medios tecnológicos ya se ha depurado: un micrófono mejor, una mesa de mezclas, un software más potente, un ordenador con mejores características, etc.
- Cuando la estructura del contenido ya se ha pulido hasta que el resultado tiene lógica por sí mismo.
- Los integrantes del podcast en caso de haber varios) han llegado a ese punto de complicidad y armonía en que se ajustan al resto y se complementan entre ellos.
Sé que podéis.
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